Una de las tareas que debían completar los estudiantes de 1º ESO estos días era un decálogo.
Aquí les ofrezco un ejemplo, inspirado en los tiempos que corren. Con cariño 😘.
Aquí les ofrezco un ejemplo, inspirado en los tiempos que corren. Con cariño 😘.
1.- Establece una rutina: horas más o menos fijas para levantarse, para trabajar y para otras tareas.
2. Cuida tu aseo y arreglo personal: sí importa. El pijama es solo para dormir. Y un poco de perfume alegra la nariz.
3.- Escucha música sin auriculares: da vida a la casa (a un volumen razonable).
4.- Infórmate, pero solo a unas horas determinadas: deja en paz a tu yo interior.
5.- Haz ejercicio; interrumpe largas sentadas ante el ordenador o los cuadernos moviéndote por la casa con cualquier excusa. Y no olvides tu pequeña sesión diaria de puesta en forma.
6.- Comunícate con familiares y amigos, pero establece prioridades y controla el tiempo que le dedicas.
7.- Antes de acostarte (o en el momento del día que más te plazca) lee un rato, preferiblemente (buena) ficción: es una de las mejores formas de evasión, utilizada desde el inicio de los tiempos.
8.- Aíslate a ratos del ruido incesante que bulle en tu móvil: deja un espacio para ti mismo, para sentirte y mirarte el ombligo, y para que al final del confinamiento hayas cumplido al menos una parte de lo que te propusiste hacer.
9.- Escribe un pequeño diario (o bidiario, o semanario...): registrar lo que estamos viviendo y los pensamientos que lo acompañan nos hace tomar conciencia de todo ello, nos tranquiliza y nos muestra el camino a seguir.
10.- Realiza tareas no puramente escolares: cocina, limpia, ordena, cose...: renueva la mente y ayuda a sentirse mejor por sus resultados prácticos.
Así conjurarás el miedo, el desánimo, el descontrol, y sentirás que estás sacando el mejor partido de esta situación inesperada e impuesta.
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